EL CESE DE LA VIUDA DE HOXHA, PRIMERA PRUEBA DE LA INTENCIÓN DEMOCRATIZADORA ALBANESA

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Madrid, 24.12.90

El cese de Nexmije Hoxha, viuda del dictador fallecido, como presidenta del poderoso Frente Democrático albanés es una lógica consecuencia de la purga de elementos inmovilistas comenzada por el presidente Ramiz Alia hace dos semanas en el buró político, tras las primeras manifestaciones estudiantiles pro democracia.
Lo anterior es además un paso imprescindible de Alia para limitar en lo posible la capacidad de los sectores conservadores del Partido del Trabajo (PTA) de sabotear su proyecto de apertura política lenta y ordenada. Las primeras condenas, de hasta 20 años, a dirigentes y participantes en las revueltas estudiantiles y obreras que estallaron el 8 de diciembre pasado son una clara señal del régimen de que, mientras está dispuesto a un diálogo con nuevas fuerzas, aplicará una dura represión a quienes intenten saltarse el marco legal establecido por Tirana.
Por otra parte, Alia anuncia unas elecciones para el próximo 10 de febrero que los nuevos grupos de la oposición, con el Partido Democrático (PD) a la cabeza quieren lógicamente retrasar hasta estar mínimamente organizados. Las condenas a los líderes de la revuelta son un aviso de Alia, pero difícilmente disuadirán en un país en el que, con tres millones de habitantes, diversas estimaciones hablan de entre 45.000 y 50.000 presos políticos. La oposición ha pedido la libertad inmediata de todos los presos políticos y advertido por boca de Gramoz Pashko, del PD, de que «el peligro de una inminente y extrema violencia es muy grave».
En la pequeña Albania y sobre todo en ciudades como Tirana, Shkodra, Durres o Elbasan, el gran centro siderúrgico en el que las condiciones de vida son, si cabe, aún peores que en el resto del país, las injusticias, los agravios y abusos acumulados en 45 años de implacable dictadura comunista tienen nombres y apellidos. La ira de la población podría muy rápidamente desembocar en linchamientos, represalias y venganzas, firmemente arraigadas en el código cultural albanés.

Figura del dogmatismo
La viuda del que fuera máximo líder albanés desde la victoria comunista en 1944 hasta su muerte en 1985, ha sido en los últimos años la figura de referencia del frente dogmático y de los clanes familiares privilegiados de Tirana. Estas dos fuerzas se solapan de forma considerable, pero no son idénticas. Líderes de la nueva oposición del Partido Democrático como Gramos Pashko, proceden de los círculos familiares de una nomenklatura lenta y sólidamente creada en torno a Hoxha en decenios. La expulsión de estos círculos, como le sucedió a la familia de Mehmet Shehu, tras el supuesto suicidio del que fuera delfín de Hoxha, supone el más absoluto ostracismo social y muchas veces la cárcel o el paredón. El escritor Ismail Kadaré también pertenecía a esta clase dirigente. La pérdida de homogeneidad en la misma es uno de los síntomas mas claros de descomposición del régimen.

La compleja estructura de clanes de la sociedad albanesa hace mucho más dificil la transición pacífica, ya que hace responsables a las familias de los actos de sus miembros y exige a éstos lealtad de sangre por encima de la ideológica y política. Las penas a los cabecillas de la revuelta difícilmente frenarán las reivindicaciones democráticas. Para un régimen como el albanés, las penas no son desorbitadas. Hace pocos meses, líderes de una revuelta semejante habrían sido ejecutados. Alia apuesta por unas prontas elecciones que pueda afrontar con su aparato comunista más o menos intacto y antes que se derrame más sangre.
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